¿¡Cómo he podido demorar tanto escribir una crónica de Tradevo?! No sé si podré perdonármelo…

Todo el que se mueva por la Sevilla gastronómica conoce el concepto Tradevo, todo una garantía para el paladar del sevillano glotón afianzándose en tres puntos claves (Centro, Nervión y San Bernardo).

Tradevo = Tradición + evolución. Gonzalo Jurado (chef y creador) se basa en producto de mercado, producto de calidad y en una cocina tradicional impregnada de su sello personal. Los platos de pescado y las frituras son su señas de identidad, aunque brilla en casi todos los campos que toca.

Visité Tradevo para celebrar una “vuelta a la vida”, concretamente acudí a Tradevo de mar, situado a escasos metros del antiguo mercado de la puerta de la carne.

Tras estos preámbulos pasamos a la crónica en sí.

La carta de Tradevo de mar se centra en el pescado (obviamente), carta amplia y con varios platos del día, pero también podemos ver sus famosas frituras, carnes y postres. Dilatada carta de vinos.

Pude probar varios platos. El orden fue: Jamón de mar, berenjenas con salmorejo, tallarín de sepia, burguer de secreto con pan al curry, arroz con gambón y canelón de aguacate y gambón.

Todo exquisito, pero me gustaría destacar varios puntos de estos maravillosos platos.

La burguer es un espectáculo, la unión del pan de curry con la sabrosura de la carne más la yuca frita lo hace un “must” de Tradevo.

El canelón se ha colocado como una de las imágenes icónicas de Tradevo. Un plato fresco, lleno de producto y con un sabor extremadamente llamativo.

El plato de tallarín de sepia salteado con su boloñesa de sus tentáculos y alioli de su tinta define a la perfección que es Tradevo. ¡Qué manera de crear un plato!

Estos son los tres platos que destacaría de mi visita, pero sin menospreciar a los restantes. El importe total de la comida fue unos 43€ contando 2 copas de vino y una cerveza.

¿Os acordáis del chiste de “jamón mismo”? Pues lo mismo pasa con Tradevo.

  • ¿A dónde vamos?
  • A Tradevo mismo.

¡NO FALLA JAMÁS!